No, no es obligatorio. Aunque diversos profesionales aseguran que es un momento necesario para comenzar a elaborar el duelo. Siempre aconsejamos un tiempo de despedida, que puede ser íntimo a puertas cerradas o abierto a la comunidad.  También puede ser a ataúd abierto o cerrado.

Sí, no existen impedimentos, es algo que deciden los familiares. Todo lo que contribuya a una mejor organización de la ceremonia será bienvenido.

Aconsejamos que los velatorios no se extiendan más de 24 hs desde el momento del fallecimiento, decimos esto porque con el correr de las horas el cuerpo va cambiando su aspecto y deja de apreciarse su apariencia normal.

Existen técnicas de conservación como la tanatopraxia o la conservación por frío que permiten mejorar el aspecto del cuerpo o alargar la duración del velatorio. Actualmente estamos capacitándonos y adquiriendo el equipamiento correspondiente para ofrecer estos servicios.

Vale aclarar que todos los ataúdes pueden ir a tierra o a nicho solo que estos últimos llevan en su interior una preparación especial.

Los ataúdes para nicho, panteón o bóveda, incluyen un recipiente metálico. Este recipiente va sellado con soldadura de estaño (existe un versión con tuercas y burlete) y lleva un depósito de formol con válvula para purificar gases. Con esta preparación se contiene la descomposición del cuerpo. En los ataúdes para tierra esto no es necesario ya que la degradación del cuerpo y de la madera se da naturalmente.

Generalmente el fallecido manifestó en algún momento de su vida su deseo de ir a tierra o a nicho, a veces en serio a veces en broma; por lo tanto son sus familiares quienes deciden si  respetan su voluntad o no.

Ante estos casos es importante conseguir el certificado médico que constate el hecho. Luego nosotros nos ocuparemos de tramitar el certificado de defunción en la ciudad donde ocurrió el fallecimiento y de la logística para trasladar el cuerpo para su velatorio desde cualquier punto del país.

Nosotros nos ocuparemos de los trámites correspondientes. Solo tiene que traernos el DNI del fallecido y la libreta de familia si era legalmente casado.

Si el fallecimiento ocurrió en un domicilio particular y no había un médico presente debe llamar a la policía, quien acudirá con el médico forense para constatar el deceso. Una vez concluida esta intervención puede llamarnos para comenzar con la organización del velatorio.

Si el fallecimiento ocurre en un establecimiento asistencial (hospital, clínicas, sanatorios) será el médico de turno quien constate el hecho.

Nuestra empresa cuenta con un amplio rango de opciones, desde los más económicos hasta los más costosos. Cada familia determina el dinero que quiere gastar en el homenaje a su ser querido. Lo que se ofrece en el precio de un servicio fúnebre no es sólo el tipo de ataúd, sino una serie de prestaciones adicionales que hacen a la comodidad de los deudos, como mayor confort en la sala de velación, mejor catering o hasta hotel para familiares que han venido de afuera.

Es una forma de previsión, mediante una pequeña cuota mensual, el asociado cuenta con la tranquilidad de tener todo resuelto ante un fallecimiento, liberándolo de contratiempos económicos, burocráticos y por ende emocionales.

Solo necesitamos los datos personales de las personas que deseen asociarse: nombre completo, fecha de nacimiento, DNI y una dirección de cobro. Tenemos promotores que pueden visitarlo en su domicilio y despejar todas sus inquietudes.

Si, es necesario porque el ataúd se utiliza durante el velatorio y en el transporte del cuerpo al horno crematorio.

El ataúd no ingresa al horno crematorio por lo que no quedan cenizas de madera y herrajes junto con las del cuerpo.

El destino del ataúd lo determina el horno crematorio, algunos lo destruyen y otros lo utilizan para servicios de beneficencia luego de ser reacondicionados. El familiar no recupera el ataúd.

Existen diferentes formas. Puede ser mediante una obra social, mediante algún seguro o en última instancia mediante el servicio social del municipio u algún otro organismo estatal.

Los cementerios tanto públicos o privados son regidos por normas municipales, la mayoría de estos prohíben el entierro de mascotas junto al de personas.

Existen cementerios privados exclusivos para mascotas.

No, salvo que su propiedad se declare y sea aprobada como cementerio.

Lo que sí puede hacerse es esparcir o enterrar las cenizas de una cremación, ya que éstas pertenecen al familiar que la solicitó.

Porque la boca de las personas vivas está moldeada por músculos que cesan su actividad al morir. Aún así, nuestro personal está capacitado para formar la boca y que ésta quede lo más natural posible.

Generalmente los tiempo mínimos los determina la legislación municipal correspondiente, van desde los 2 a 5 años. Aún así puede exhumarse un cuerpo en cualquier momento siempre y cuando exista una autorización judicial.

La única forma actual de cremar un cuerpo es mediante un horno incinerador. Los hornos modernos están regulados de manera que la contaminación ambiental que producen es mínima.

Existe otra tecnología en etapa de prueba que consiste en sumergir el cuerpo en una solución de agua e hidróxido de potasio a cierta presión y temperatura durante 2 horas. Luego de ser drenado el líquido queda el material óseo en forma de arena. Con esto se logra evitar el uso de combustibles derivados del petróleo y por lo tanto el impacto ambiental es aún menor.

Una mirada, un abrazo, la sola presencia en silencio son gestos que los deudos sabrán valorar incluso más que las palabras. Debemos ser cuidadosos con lo que decimos porque más allá de nuestras buenas intenciones podemos generar sentimientos que agraven el dolor de los deudos. Existen frases comunes que se repiten en exceso y que nada aportan al alivio del doliente. Lo importante es nuestra compañía.

En nuestra experiencia de 11 años, con más de 500 servicios realizados jamás ocurrió una cosa así, creemos que estos dichos tienen mucho de mito o, de haber ocurrido, han sido en épocas pasadas. Hoy día la fabricación de ataúdes se hace en serie y los productos salen con las pruebas mecánicas correspondientes. De todos modos nuestro personal siempre chequea que el ataúd se comporte debidamente.